O también llamados momentos de bipolaridad extrema.
Ese momento en el que un día estás por los suelos y al día siguiente estás pegando saltos como una idiota.
Pero a los 3 segundos y medio, tropiezas, caes y no hay quién te levante.
Pero la vida del adolescente, es siempre esa, un día feliz, dos tristes.
Y la vida son tres días y ya vamos por el segundo.
Así que a esforzarse por sonreír, que no cuesta mucho.
No son buenos tiempos para nosotros, pero ¿qué se le va a hacer?
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